El caso de Badosa no fue el único que resonó en tierras niponas, después de que el actual número 2 del mundo, Daniil Medvedev, se quejara de padecer las mismas condiciones por el sofocante calor y la humedad cuando el árbitro le preguntó si podía continuar jugando. “Puedo terminar el partido, pero me puedo morir”, respondió Medvedev. “Si me muero, ¿tu vas a ser el responsable?” Finalizado el partido, el segundo cabeza de serie que juega bajo la denominación del Comité Olímpico Ruso confesó que sintió tener “oscuridad” en sus ojos. “No sabía qué hacer para sentirme mejor”, añadió. “Estaba listo para desplomarme en la pista”.
De cualquier forma, Medvedev logró una victoria 6-2, 3-6, 6-2 sobre el italiano Fabio Fognini para instalarse en los cuartos de final del torneo olímpico. “Después de 10 o 12 pelotas, estábamos los dos que parecía ‘The Walking Dead’”, ilustró también el argentino Diego Schwartzman sobre la popular serie de televisión tras perder 6-1, 2-6, 6-1 ante Karen Khachanov en la tercera ronda. “Está claro que tienen mucho por corregir, la organización no lo hizo nada bien”, agregó el Peque, y sentenció: “Que tres personas en aire acondicionado decidan que juguemos con 40 grados todos los días es una locura”. Finalmente, ante la ola de episodios que vivieron los deportistas, la ITF lanzó un comunicado oficial en el que anunció que los partidos se jugarán después de las tres de la tarde a partir del jueves 29 de julio:
“En interés de la salud y el bienestar de los jugadores y tras una extensa consulta, la ITF ha anunciado un cambio de horario debido al aumento de calor y humedad que se experimenta actualmente en Tokio, Japón. Los partidos del Evento Olímpico de Tenis de Tokio 2020 comenzarán a las 3 p.m. del jueves 29 de julio de 2021”, explicó la Federación a través de un comunicado oficial.“La decisión de comenzar los partidos a las 3 pm a partir del jueves es posible debido a los resultados de los partidos de hoy en las cinco competencias que se están llevando a cabo”, explicó. Esta determinación se tomó después de que se llevaran a cabo diversas consultas entre el COI, la organización de Tokio 2020, el Servicio de retransmisión olímpica, los jugadores y los expertos médicos, entre otras partes interesadas.